Dios te salve reina y madre, madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues Señora, abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos tus ojos tan misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo. 
Amén.









RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR :
"El señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma........"
Salmo 23

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