UN MINUTO CON LA VIRGEN:

¡Bendíceme, Madre! Y ruega por mí, sin cesar.
Aleja de mí, hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí
Si cien veces caigo, cien veces levántame.
Si yo te olvido, tú no te olvides de mí.
¡ Si me dejas Madre!, ¿ Qué será de mí?
En los peligros del mundo asísteme.
Quiero vivir y morir bajo tu manto.
Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mírame con compasión, no me dejes Madre Mía.
Y, al fin, sal a recibirme y llévame junto a Ti.
Tu bendición me acompañe hoy y siempre.

Amén: Aleluya.
 (Un avemaría).





Y AHORA OYE A TU MADRE:

Sigo tus luchas y quiero ayudarte
junto a mí no desesperes.
Donde yo estoy no hay que temer.
Confía en mí y vencerás.
Quien me ama asegura su salvación.
Ante mí huyen el pecado y el infierno.
La victoria será de quien tenga fe.










RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR :
"El señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma........"
Salmo 23

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