Señor, Tú conoces mi existencia, sabes mi dolor.
 Has visto mis ojos llorar, mi rostro triste, mi cuerpo doliente y la tristeza ha pasado por mi alma. Seguiré tus pasos, porque  "Tu yugo es suave y tu carga ligera".
 Hazme comprender tus sufrimientos, tu amor hacia los hombres.
 Sé que estoy cumpliendo en mi vida lo que falta a tus dolores de la cruz.
Ayúdame a sufrir, con alegría, sin quejarme.
 Ayúdame a sufrir con amor. 
Te pido por todos los que sufren, los pobres, los abandonados, los enfermos, los que no tienen siquiera un poco de cariño.
 Señor, sé que todo, también el dolor lo dispones para bien de los que te amamos.









RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR :
"El señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma........"
Salmo 23

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