Aquí estamos amado Padre Celestial, delante de ti en el Nombre de Jesús, para alabarte, bendecirte y glorificar tu nombre. Para darte gracias por este año que termina, con todos sus momentos, algunos alegres, otros gratificantes, otros tristes y otros difíciles. Gracias por el don de la vida que nos regalaste durante este año, por la comida, el sueño, el descanso, el esparcimiento y, también, por cada eucaristía a la que nos permitiste asistir.
Te damos gracias especialmente por los momentos difíciles, porque ellos nos ayudaron a aprender y a madurar como personas y también a confiar más en Ti. Te doy gracias por cada amanecer y cada atardecer que pintaste con ternura para nosotros.

Te pido perdón por todos los pecados cometidos, especialmente por aquellos que cometimos deliberadamente desafiando tu misericordia. Te doy gracias por la familia, porque en ella sentimos tu presencia y tu amor. Te doy gracias por cada amigo y cada persona que contribuyó a hacerme crecer como persona y alegrar nuestros días.
Te doy gracias por todo el progreso económico, intelectual y material que nos regalaste durante este año y también por tu compañía y por tu amor en cada instante. Gracias por la familia celestial, la Santísima Virgen María, los santos ángeles, los santos y las santas y toda la iglesia universal.
Amén.


Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre. 







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