Mensaje de Misericordia
El 22 de febrero de 1931, una joven monja polaca llamada Sor Faustina Kowalska tuvo una visión de Jesús. En su visión, Jesús apareció con rayos blancos y rojos manando del área de Su Corazón, con su mano derecha alzada como en bendición. Jesús le dijo a Faustina que mandara pintar una imagen que representara esta visión y que la firmara con la oración "¡Jesús, en Ti confío!".
Al nombrarla Apóstol y Secretaria de Su Misericordia, Jesús le pidió a Sor Faustina que escribiera un diario espiritual para que otros pudieran aprender a confiar en Él y Su Misericordia.
En una serie de revelaciones, el Señor le enseñó a la hermana Faustina que Su misericordia era ilimitada, especialmente para los pecadores más empedernidos. También le reveló las maneras especiales para que la gente pudiera acercarse a Su Misericordia. A la muerte de Sor Faustina en 1938, la devoción a la Divina Misericordia ya había comenzado a difundirse por Europa del Este.
En Julio de 1940, el Padre José Jarzebowski, un sacerdote Mariano polaco que huía de la guerra en Polonia, imploró al Salvador Misericordioso que lo ayudara a escapar, haciendo un voto de dedicar su vida entera a la difusión del mensaje de la Divina Misericordia. En mayo de 1941, el Padre José desembarcó a salvo en suelo americano. Pronto después, los Marianos en Detroit, Michigan, y en Washington, D.C. se dedicaron a distribuir folletos, imágenes y otros objetos relacionados con la Misericordia de Dios.
En 1944, un grupo de Marianos abrió una nueva casa y apostolado en la "Colina del Edén", en Stockbrige, Massachusetts, E.E.U.U. Alrededor del año 1953, el apostolado se había convertido en el Centro Internacional para la devoción a la Divina Misericordia, y en 1960 los Marianos de la Colina del Edén terminaron de construir un santuario dedicado a la Misericordia de Dios.
Ese santuario se convirtió en el Santuario Nacional de la Divina Misericordia, y el apostolado en el Marian Helpers Center (Centro de los Auxiliares Marianos), una editorial moderna de literatura religiosa la cual propaga la devoción a la Misericordia de Dios y a María Inmaculada.
El 30 de abril de 2000, Su Santidad Juan Pablo II solemnemente canonizó a Sor Faustina en Roma el primer domingo después de la Pascua, es decir, el Domingo de la Misericordia, por lo que hoy ella es conocida oficialmente como Santa María Faustina.
El mismo día, el Papa estableció el primer domingo después de la Pascua como el Domingo de la Divina Misericordia. Ahora es una fiesta de la Iglesia universal.
Las Tres "S" de la Misericordia
Al acordarnos de la letra "S", podemos tener siempre presente el amoroso mensaje de misericordia:
Solicite Su misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él orando sin cesar, arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su misericordia sobre nosotros y el mundo entero.
Sea misericordioso. Dios quiere que recibamos Su misericordia y que la dejemos fluir a través de nosotros hacia los demás.
Sin cesar confíe completamente. Dios quiere que sepamos que las gracias de Su misericordia dependan de nuestra confianza.
La Imagen Sagrada
La imagen que nuestro señor pidió a Santa Faustina es un retrato de Jesús como el Salvador Misericordioso. Los rayos rojos y pálidos representan la sangre y el agua que fluyeron de Su Corazón herido, como una fuente de misericordia para nosotros. La imagen es un recordatorio para que nos acerquemos a Jesús con confianza y para que seamos misericordiosos con los demás, por eso siempre debe llevar la firma "¡Jesús, en Ti confío!".
Muchas versiones diferentes de esta imagen han sido pintadas, pero nuestro Señor dejó en claro que la pintura en sí misma no es lo más importante: "No en la belleza del color, ni en la del pincel, está la grandeza de esta imagen, sino en Mi gracia" (Diario, 313)
Por lo tanto, no importa cuál versión nosotros prefiramos, podemos estar seguros que la gracia de Dios se derramará a través de ella.
La Coronilla a la Divina Misericordia
En 1935, nuestro Señor enseñó a Santa Faustina una oración especial para implorar la misericordia:
"Anima a las almas a rezar la coronilla...
Quien quiera que la rece recibirá gran misericordia... A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad" (Diario, 1541, 687, 1731).
La Fiesta de la Misericordia
Jesús también pidió que el domingo después de Pascua fuera oficialmente establecido por la Iglesia como la Fiesta de la Misericordia: "En ese día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi Misericordia" (Diario, 699).
La Novena a la Divina Misericordia
El viernes Santo de 1937 Jesús dictó a Santa Faustina las intenciones de una Novena especial, para que la rezara antes de la Fiesta de la Misericordia. Por medio de una oración, ella traería cada día a Su Corazón un grupo diferente de almas: "Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia" (Diario, 1209)
La Hora de la Gran Misericordia
Nuestro Señor pidió una oración especial a la hora en que se recuerda Su muerte: "A las tres, ruega por Mi Misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión ... Esta es la hora de la gran misericordia ... En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión ..." (Diario, 1320)
Los Sacramentos de Misericordia
Los Sacramentos de la Reconciliación y la Comunión son fuentes de misericordia que deben ser recibidas frecuentemente con mucha confianza y amor. (Diario, 914, 1602)
Para acentuar la importancia de estos dos grandes "milagros de misericordia", nuestro Señor señaló que su recepción es condición necesaria para obtener las gracias prometidas por Él en la Fiesta de la Misericordia: "El alma que se confiese y reciba la santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y las penas" (Diario, 699).
Obras de Misericordia
Dios quiere que su misericordia fluya a través de nosotros hacia los demás. Sus palabras dirigidas a Sor Faustina son inconfundiblemente claras:
"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes" (Diario, 742).
RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR:
"El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma......."
Salmo 23
"El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma......."
Salmo 23
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