"Lectura del santo evangelio según San Mateo"
 "Gloria a Ti Señor"


  San Mateo 10, 17 - 22

Tened cuidado con la gente, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas. Seréis conducidos por mi causa ante los gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos y ante los paganos. Pero cuando os entreguen, no os preocupéis sobre cómo habéis de hablar o qué habéis de decir, porque en aquel momento se os sugerirá lo que debéis decir. Pues no sois vosotros los que habláis, es el Espíritu de vuestro Padre el que habla en vosotros. El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos os aborrecerán por causa mía, pero el que persevere hasta el fin se salvará.


"Palabra del Señor"
 "Gloria a Ti, Señor Jesús"  


 

 


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO:



REFLEXIÓN: "¿Sé que seguir a Cristo me lleva al martirio?".

  Tomado de: Evangelio Palabra de Vida.


 






RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR:
 "El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma......."
 Salmo 23 

 







San Juan 1, 1 - 18

¡Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad! El nacimiento de Jesucristo es un punto culminante de la historia humana y marca la llegada de la "plenitud de los tiempos". Desde la caída de nuestros primeros padres, el género humano se rebeló en contra de Dios, su Creador, y se alejó de Él, pero el Señor, compadecido de nuestra miserable situación, envió a su Hijo eterno, nacido de la Virgen María, para rescatarnos de la esclavitud del pecado.
San Juan lo explica con palabras de gran profundidad: "En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios" (Juan 1, 1). La "Palabra" es el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad que hoy ha venido al mundo. Por eso, maravillados, contemplamos al Niño Jesús recién nacido, una criaturita pequeña e indefensa, que a la vez es Dios Todopoderoso; sin dejar de ser Dios, ahoa es también uno de nosotros.
Vino al mundo a devolvernos la condición de hijos de Dios. Como lo dice Juan de modo admirable: "A quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios" (Juan 1, 12). ¡Hijos de Dios! Nos admiramos al contemplar tan inefable misterio: "El Hijo de Dios se ha hecho hijo del hombre para que los hombres sean hijos de Dios" (San Juan Crisóstomo).
Pero hay que tener mirada de niño para gustar el anuncio alegre de este día santo: ¡Ha nacido el Salvador del Mundo que nos trae paz, justicia y salvación! Y ¿qué de particular vemos en este Niño? Vemos absoluta dependencia, pobreza, indefensión y humildad, condiciones que el mundo rechaza, pero que el Hijo de Dios adopta.
Recibamos a Cristo Jesús hoy, porque solamente en Él encontraremos la salvación, la verdadera solución para nuestros problemas; solo Él da el sentido supremo de la vida y nso ayuda a superar las contrariedades y el dolor. Procuremos vivir verdaderamente de acuerdo con la enseñanza de Jesús, el Hijo de Dios que ha venido a nosotros, así podremos trabajar para que, entre todos, hagamos un mundo mejor.

"Amado Señor Jesucristo, con gran amor, alegría y esperanza te damos la bienvenida en este Día Santo, para que hagas tu morada en nuestro corazón y nos enseñes a ser fieles a Dios como Tú lo fuiste". Amén.




 








"Lectura del santo evangelio según San Lucas"
"Gloria a Ti Señor"


 San Lucas 2, 1 - 14

Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. Éste es el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su mujer, que estaba encinta. mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, por que no encontraron sitio en la posada.
Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turnos sus rebaños. se les presentó el ángel del señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos se asustaron.
El ángel les dijo: "No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo. En la ciudad de David os ha nacido un salvador, el mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre".
Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo:
"Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama".


"Palabra del Señor"
"Gloria a Ti, Señor Jesús"






LECTURA DEL SANTO EVANGELIO:



REFLEXIÓN: "¿Tengo el propósito, en esta Navidad, de ser una persona más humilde?".

  Tomado de: Evangelio Palabra de Vida.











RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR:
"El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma......."
Salmo 23











Oración Para Todos Los Días 

Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amásteis a los hombres, que les distéis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Amén

(Se reza tres veces el Gloria al Padre)



 
Consideración Día Noveno

La noche ha cerrado del todo en las campiñas de Belén. Desechados por los hombres y viéndose sin abrigo, María y José han salido de la inhospitalaria población, y se han refugiado en una gruta que se encontraba al pie de la colina. Seguía a la Reina de los Ángeles el jumento que le había servido de cabalgadura durante el viaje y en aquella cueva hallaron un manso buey, dejado ahí probablemente por alguno de los caminantes que había ido a buscar hospedaje en la ciudad. El Divino Niño, desconocido por sus criaturas va a tener que acudir a los irracionales para que calienten con su tibio aliento la atmósfera helada de esa noche de invierno, y le manifiesten con esto su humilde actitud, el respeto y la adoración que le había negado Belén. La rojiza linterna que José tenía en la mano ilumina tenuemente ese pobrísimo recinto, ese pesebre lleno de paja que es figura profética de las maravillas del altar y de la intima y prodigiosa unión eucarística que Jesús ha de contraer con los hombres. María está en adoración en medio de la gruta, y así van pasando silenciosamente las horas de esa noche llena de misterios.
Pero ha llegado la media noche y de repente vemos dentro de ese pesebre poco antes vacío, al Divino Niño esperado, vaticinado, deseado durante cuatro mil años con tan inefables anhelos. A sus pies se postra su Santísima Madre en los transportes de una adoración de la cual nada puede dar idea. José también se le acerca y le rinde el homenaje con que inaugura su misterioso e imperturbable oficio de padre putativo del Redentor de los hombres.
La multitud de ángeles que descienden del cielo a contemplar esa maravilla sin par, deja estallar su alegría y hace vibrar en los aires las armonías de esa "Gloria in Excelsis", que es el eco de adoración que se produce en torno del trono del Altísimo hecha perceptible por un instante a los oídos de la pobre tierra. Convocados por ellos, vienen en tropel los pastores de la comarca a adorar al  "recién nacido" y a presentarle sus humildes ofrendas.
Ya brilla en Oriente la misteriosa estrella de Jacob; y ya se pone en marcha hacia Belén la caravana espléndida de los Reyes Magos, que dentro de pocos días vendrán a depositar a los pies del Divino Niño el oro, el incienso y la mirra, que son símbolos de la caridad, da la oración y de la mortificación.
Oh, adorable Niño! Nosotros también, los que hemos hecho esta novena para prepararnos al día de vuestra Navidad, queremos ofreceros nuestra pobre adoración: no la rechacéis: venid a nuestras almas, venid a nuestros corazones llenos de amor. Encended en ellos la devoción a vuestra Santa Infancia, no intermitente y sólo circunscrita al tiempo de vuestra Navidad sino siempre y en todos los tiempos; devoción que fiel y celosamente propagada nos conduzca a la vida eterna, librándonos del pecado y sembrando en nosotros todas las virtudes cristianas.
(Todo lo demás como el día primero)




Oración a La Santísima Virgen 
(Para Todos Los Días)

Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, merecistéis que todo un Dios os acogiese para Madre suya: os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hicieren esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.
¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le agradastéis Vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.

(Nueve veces Avemaría)   
 



Oración a San José

 (Para Todos Los Días)

Oh Santísimo José, esposo de María y padre putativo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuvistéis al Divino Niño me abraséis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente mientras en su divina Esencia le veo y le gozo en el cielo. 
Amén

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

     

 


Aspiraciones Para La Venida del Niño Jesús




Dulce Jesús mío
mi Niño adorado,
ven a nuestras almas,
ven no tardes tanto.


Oh Sapiencia suma
del Dios soberano
que a infantil alcance
te rebajas sacro!
¡Oh, Divino Niño,
ven para enseñarnos
la prudencia que hace
verdaderos sabios.

Ven a nuestras almas, etc.



Oh! Adonaí potente,
que a Moisés hablando
de Israel al pueblo
distéis los mandatos!


Ah, ven prontamente 
para rescatarnos
y que un Niño débil
muestre fuerte brazo!

Ven a nuestras almas, etc.




Oh, raíz sagrada
de Jesé, que en lo alto
presentas al orbe
tu fragante nardo!
Dulcísimo Niño
que has sido llamado
lirio de los valles,
bella flor del campo.

Ven a nuestras almas, etc.




Llave de David
que abre al desterrado
las cerradas puertas
del regio palacio.
Sácanos, oh Niño,
con tu blanca mano
de la cárcel triste
que labró el pecado!

Ven a nuestras almas, etc.




Oh, lumbre de Oriente,
sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas
tu esplendor veamos
Niño tan precioso
dicha del cristiano,
luzca la sonrisa 
de tus dulces labios.

Ven a nuestras almas, etc.



Espejo sin mancha,
Santo de los santos,
sin igual imagen
del Dios soberano.
Borra nuestras culpas
salva al desterrado
y en forma de Niño
dá al mísero amparo.

Ven a nuestras almas, etc.



Rey de las naciones 
Enmanuel preclaro
de Israel anhelo,
Pastor del rebaño!
Niño que apacientas
con suave cayado
ya la oveja arisca
ya el cordero manso.

Ven a nuestras almas, etc.



Abránse los cielos
y llueva de lo alto
bienhechor rocío
como riego santo.
ven, hermoso Niño,
ven Dios humanado!
Luce hermosa estrella,
brota flor del campo!

Ven a nuestras almas, etc.




Ven que ya María 
previene sus brazos
de su Niño vean
en tiempo cercano.
Ven, que ya José
con anhelo sacro,
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario.

Ven a nuestras almas, etc.



Del débil auxilio;
del doliente amparo,
consuelo del triste
luz del desterrado!
Vida de mi vida,
mi dueño adorado,
mi constante amigo,
mi divino hermano.

Ven a nuestras almas, etc.



Veánte mis ojos
de Ti enamorados,
bese ya tus plantas,
bese ya tus manos.
Prosternado en tierra,
te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases
te dice mi llanto.

Ven a nuestras almas, etc.




Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos.

Ven a nuestras almas;
ven, no tardes tanto. 


  


Oración al Niño Jesús 
 (Para Todos Los Días)

Acordáos, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijistéis a la Venerada Margarita del Santísimo Sacramento y en persona suya a todos vuestros devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te sera negado. Llenos de confianza en vos, oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concedednos por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de vuestra infancia la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Vos, oh Niño omnipotente! seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica.

Amén. 

 







"Lectura del santo evangelio según San Lucas"
 "Gloria a Ti Señor"


San Lucas 1, 67 - 79

Zacarías, su padre, lleno del Espíritu Santo, profetizó así:
"Bendito sea el Señor, 
Dios de Israel,
porque ha intervenido 
para liberar a su pueblo;
nos ha suscitado
un poderoso salvador
en la casa de David, su siervo,
como lo había anunciado
desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
que nos libraría
de nuestros enemigos
y de la mano de todos
los que nos odian,
mostrándose compasivo
con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que hizo
a nuestro padre Abrahán
de concedernos que,
liberados de las manos
de nuestros enemigos,
podamos servirle sin temor,
con santidad y justicia ante él 
toda nuestra vida.
Y tú, niño, serás llamado
profeta del altísimo,
pues irás delante del Señor
para preparar sus caminos,
para anunciar a su pueblo
la salvación,
el perdón de sus pecados,
gracias a la bondad misericordiosa
de nuestro Dios,
por la que nos visitará
como el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que yacen
en tinieblas y en sombras de muerte,
y para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz".


"Palabra del Señor"
 "Gloria a Ti, Señor Jesús"   

 

 
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO:



REFLEXIÓN: "¿Bendigo constantemente a Dios, fuete de toda gracia?".

  Tomado de: Evangelio Palabra de Vida.








RECUERDA, JESÚS ES EL BUEN PASTOR:
 "El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace reposar, me conduce hacia las aguas del remanso y conforta mi alma......."
 Salmo 23










Oración Para Todos Los Días 
  
Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto amasteis a los hombres, que les distéis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo en nombre de todos los mortales os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
  Amén

(Se reza tres veces el Gloria al Padre)



 


Consideración Día Octavo


Llegan a Belén José y María, buscando hospedaje en los mesones, pero no lo encuentran, ya por hallarse todo ocupado, ya porque se les desecha a causa de su pobreza. Empero nadie puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimentaba tristeza cuando era rechazado de casa en casa, porque pensaba en María y en el Niño, sonreíase también con santa tranquilidad cuando fijaba la mirada en su casta esposa. el Niño, aún no nacido, regocijábase en aquellas negativas, que eran el preludio de sus humillaciones venideras. Cada voz, áspera, el ruido de cada puerta que se cerraba ante ellos era una dulce melodía para sus oídos. Eso era lo que había contribuido a hacerle tomar forma humana.
¡Oh Divino Niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas o diversiones o descansado muellemente en cómodas y ricas mansiones, han sido para vuestros padres unos días de fatiga y vegaciones de toda clase. Ah! el Espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios. Cuántas veces no ha sido también el nuestro! ¿No cerramos continuamente con ruda ignorancia la puerta a los llamamientos de Dios, que nos solicita a convertirnos o a santificarnos o a conformarnos con su voluntad? ¿No hacemos mal uso de nuestras penas, desconociendo su carácter celestial aunque cada una, a su modo lo lleva grabado en si? Dios viene a nosotros muchas veces en la vida, pero no conocemos su faz, no le conocemos sino cuando nos vuelve la espalda y se aleja, después de nuestra negativa. 
Pónese el sol del 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus últimos rayos doran la cima de las rocas escarpadas que lo rodean.
Hombres groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental, y cierran las puertas al ver a su Madre. La bóveda de los cielos aparece purpurina por encima de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo una tras otra. Algunas horas más, y aparecerá el Verbo Eterno.

(Todo lo demás como el día primero)





Oración a La Santísima Virgen 
(Para Todos Los Días)

Soberana María que por vuestras grandes virtudes, y especialmente por vuestra humildad, merecistéis que todo un Dios os acogiese para Madre suya: os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hicieren esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo.¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le agradastéis Vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.

(Nueve veces Avemaría)  
 
 



 
Oración a San José

 (Para Todos Los Días)

Oh Santísimo José, esposo de María y padre putativo de Jesús. Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan altos ministerios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza; os ruego por el amor que tuvistéis al Divino Niño me abraséis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente mientras en su divina Esencia le veo y le gozo en el cielo. 
Amén

(Padre Nuestro, Avemaría y Gloria)

     




Aspiraciones Para La Venida del Niño Jesús




Dulce Jesús mío
mi Niño adorado,
ven a nuestras almas,
ven no tardes tanto.



Oh Sapiencia suma
del Dios soberano
que a infantil alcance
te rebajas sacro!
¡Oh, Divino Niño,
ven para enseñarnos
la prudencia que hace
verdaderos sabios.

Ven a nuestras almas, etc.




Oh! Adonaí potente,
que a Moisés hablando
de Israel al pueblo
distéis los mandatos!

Ah, ven prontamente 
para rescatarnos
y que un Niño débil
muestre fuerte brazo!

Ven a nuestras almas, etc.





Oh, raíz sagrada
de Jesé, que en lo alto
presentas al orbe
tu fragante nardo!
Dulcísimo Niño
que has sido llamado
lirio de los valles,
bella flor del campo.

Ven a nuestras almas, etc.




Llave de David
que abre al desterrado
las cerradas puertas
del regio palacio.
Sácanos, oh Niño,
con tu blanca mano
de la cárcel triste
que labró el pecado!

Ven a nuestras almas, etc.




Oh, lumbre de Oriente,
sol de eternos rayos,
que entre las tinieblas
tu esplendor veamos
Niño tan precioso
dicha del cristiano,
luzca la sonrisa 
de tus dulces labios.

Ven a nuestras almas, etc.




Espejo sin mancha,
Santo de los santos,
sin igual imagen
del Dios soberano.
Borra nuestras culpas
salva al desterrado
y en forma de Niño
dá al mísero amparo.

Ven a nuestras almas, etc.



Rey de las naciones
Enmanuel preclaro
de Israel anhelo,
Pastor del rebaño!
Niño que apacientas
con suave cayado
ya la oveja arisca
ya el cordero manso.

Ven a nuestras almas, etc.




Abránse los cielos
y llueva de lo alto
bienhechor rocío
como riego santo.
ven, hermoso Niño,
ven Dios humanado!
Luce hermosa estrella,
brota flor del campo!

Ven a nuestras almas, etc.



Ven que ya María
previene sus brazos
de su Niño vean
en tiempo cercano.
Ven, que ya José
con anhelo sacro,
se dispone a hacerse
de tu amor sagrario.

Ven a nuestras almas, etc.





Del débil auxilio;
del doliente amparo,
consuelo del triste
luz del desterrado!
Vida de mi vida,
mi dueño adorado,
mi constante amigo,
mi divino hermano.

Ven a nuestras almas, etc.




Veánte mis ojos
de Ti enamorados,
bese ya tus plantas,
bese ya tus manos.
Prosternado en tierra,
te tiendo los brazos,
y aún más que mis frases
te dice mi llanto.

Ven a nuestras almas, etc.







Ven Salvador nuestro,
por quien suspiramos.

Ven a nuestras almas;
ven, no tardes tanto. 







Oración al Niño Jesús 
 (Para Todos Los Días)

Acordáos, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijistéis a la Venerada Margarita del Santísimo Sacramento y en persona suya a todos vuestros devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te sera negado. Llenos de confianza en vos, oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayudadnos a llevar una vida santa para conseguir una eternidad bienaventurada. Concedednos por los méritos infinitos de vuestra encarnación y de vuestra infancia la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos a Vos, oh Niño omnipotente! seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica.

  Amén.